Religión del imperio II



Seguimos según la programación con nuestro tema del cristianismo en el contexto del imperio romano. Hoy vamos a ver algunos aspectos diferentes para ello comenzamos leyendo un texto bíblico. 

Los sumos sacerdotes y los escribas comprendiendo que había dicho la parábola por ellos, intentaban echarle mano en aquel mismo momento, pero tuvieron miedo al pueblo. Y , manteniéndose ellos al acecho, le mandaron unos espías que simulaban ser justos, con el fin de sorprenderlo en alguna palabra y así poder entregarlo al poder y autoridad del gobernador. Le preguntaron, pues:
-Maestro, sabemos que hablas y enseñas con rectitud y no tienes acepción de personas, sino que enseñas según verdad el camino de Dios. ¿Es lícito que nosotros paguemos tributo al César o no?
Habiendo advertido su astucia, les dijo:
-Mostradme un denario. ¿De quién es la imagen y la inscripción?
Le dijeron:
Del César.
Y él les dijo:
-Pues bien, dad al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios.
Y no pudieron acusarlo ante el pueblo de nada de lo que decía; y se quedaron mudos, admirados de su respuesta.

(Lc 20,19-26).




Aunque el cristianismo fue perseguido durante los tres primeros siglos, después se convirtió en religión oficial y pasó a tener un puesto central en la vida política del Imperio romano. Pero Jesús, con su vida, dejó claro que no se podía mezclar el poder con el evangelio.




Lee también el siguiente texto:

Se levantó, pues, toda la asamblea en pleno, y lo llevaron ante Pilato. Y comenzaron a acusarlo: Hemos encontrado a este hombre pervirtiendo a nuestro pueblo, prohibiendo pagar los tributos al César y diciendo que él es rey, el Mesías.

(Lc 23, 1-5)


No hace mucho que hemos terminado la Semana Santa. Es importante entender algunas cosas. En las grandes fiestas, el procurador, que reside en Cesárea marítima, va a Jerusalén y se aloja en el palacio de Herodes, en el ángulo nordeste de la ciudad. Allí parece haber sido conducido también Jesús. Al tribunal romano no le interesan cuestiones religiosas. Los romanos son muy prácticos y entienden la religión de otra forma. Por esto, la acusación contra Jesús debe formularse políticamente, y las reivindicaciones religiosas de Jesús deben interpretarse también políticamente: su predicación ambulante se explica como subversión del pueblo. Se ha hecho llamar rey y no hay más rey que el Cesar. 

Por eso pusieron INRI, Jesús nazareno rey de los judíos en el letrero que colgaría de la cruz. 

Los principales acusadores de Jesús son los sumos sacerdotes, los sacerdotes influyentes del sanedrín; a ellos les siguen las gentes del pueblo, una masa que se había reunido para asistir al proceso. Pilatos declara a Jesús inocente del delito de que se le acusa. 

Se intensifica la presión sobre Pilatos mediante la masa y con la tenaz repetición de las acusaciones. Con una técnica semejante se había ya una vez ablandado a Pilatos y se le había forzado a ceder. Ahora se pone en primer término la subversión del pueblo. Se ha tocado directamente la esfera de poder del procurador y del Estado romano: Judea. Los intentos comenzaron en el foco de los disturbios políticos, en Galilea. Allí estalló también la revuelta de Judas el Galileo (6 d.C.). 

Pilatos no quiere problemas y accede a la petición del pueblo y como sabéis Jesús es condenado a muerte. 


Preguntas

¿Con qué objetivo lo sumos sacerdotes y escribas envían espías a Jesús? (ver texto bíblico)
¿Qué preguntan a Jesús?
¿Qué opinas sobre el razonamiento que usa Jesús para responder y no caer en la trampa?
¿En el juicio romano, importa la acusación de Jesús como Mesías o como Rey?
¿Cómo actúa finalmente Pilatos?

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