Arte y religión



Hay quien afirma que toda obra de arte, sea cual sea su contenido, posee una dimensión espiritual. Aun con todo recuerden la diferencia que vimos en clase, lo espiritual no tiene por qué ser en todo momento patrimonio de lo religioso y lo religioso no siempre consigue ser espiritual.

Añádase a lo anterior que iglesia y mundo del arte no siempre se han entendido bien -especialmente en los últimos tiempos-. ¿Puede ser el arte un obstáculo a la vivencia de la religión? ¿Consigue la religión ser tan libre como el arte? ¿Ignora el arte actual la dimensión trascendente de la persona? Algunas de estas cuestiones las vamos a ir abordando.

Miremos tres ejemplos artísticos diferentes antes de comenzar. 
2 obras del artística austriaco Arnuelf Rainer, una poesía y una canción:




Vivo mi vida en círculos que se abren
sobre las cosas, anchas.
Tal vez no lograré cerrar el último,
pero quiero intentarlo.
Giro en torno a Dios, antigua torre;
giro hace miles de años.
Y aún no sé si soy águila o tormenta,
o si soy un gran cántico

Rilke, El libro de las horas 



Presence of the Lord (Eric Clapton)

I have finally found a way to live
Just like I never could before
I know that I don´t have much to give
Everibody knows the score
yeah, yeah, yeah, yeah
I have finally found a way to live
Oh, in the colour of the Lord.


Desde antiguo se ha discutido si el arte en sus distintos ámbitos (literatura, música, pintura, cine, etc...) está capacitado para expresar la dimensión espiritual de la existencia. 

Lee estos dos textos y contesta a las preguntas:

Es totalmente engañoso pensar que sólo el arte que trata de representar la dimensión eterna a través de símbolos posee esta cualidad. Cezanne frecuentó la iglesia durante los últimos quince años de su vida. La religión se fue haciendo más importante para él conforme envejecía. No obstante, nunca trató temas religiosos en sus cuadros. En lugar de ello se centró en el paisaje y en las naturalezas muertas. Pero, a través de su deleite en el color y en las formas del mundo, se deleitaba también a Dios. 

Richard Harries -El arte y la belleza de Dios-

En mi opinión, el arte siempre ha sido un arma en la lucha del hombre contra la materia, que amenaza con devorar su espíritu. No es casualidad, que el arte, en los dos milenios de historia del cristianismo, siempre se haya desarrollado en las cercanías de las ideas y principios de la religión. 
Si el arte expresa lo ideal y el ansia de lo infinito, no puede servir a fines pragmáticos, sin arriesgarse a perder su autonomía.
El arte refuerza lo mejor de lo que es capaz el hombre, la esperanza, la fe, el amor, la belleza, la devoción a lo que uno sueña y espera. Si alguien que no sabe nadar se lanza al agua, su cuerpo -no él mismo- comienza a hacer movimientos instintivos para no hundirse. También el arte es algo así como un un cuerpo humano echado al agua; existe como un instinto, que no permitirá que la humanidad se hunda en el campo espiritual. En el artista se expresa el instinto interior de la humanidad.

Andrei Tarkovski, Esculpir en el tiempo. 


1) ¿Cómo podrías definir lo espiritual?
2)  ¿Qué piensas sobre lo que se cuenta del pintor Cezanne? ¿Se pueden encontrar pistas sobre Dios sin explícitamente nombrarlo?
3) ¿De qué instinto parece hablar el cineasta Tarkovski cuando habla del arte como una lucha por la vida?
4) Lee para terminar el siguiente resumen y escucha la canción de U2.


ARTE Y CRISTIANISMO, UNA CONVIVENCIA DIFÍCIL

1) En los comienzos, los tres primeros siglos del cristianismo se caracterizan por el escaso interés e incluso rechazo que la nueva religión mostró hacia el arte.

2) Durante el siglo IV comienza una época de entendimiento común que, aun con algunas crisis como la lucha contra las imágenes que tuvo lugar en Oriente durante los siglos VIII y IX, durará hasta el Renacimiento. 

Religión y arte durante toda la Edad Media adquieren una relación tan estrecha que es difícil encontrar un arte que no sea religioso ni artistas que no trabajen para la Iglesia; Occidente se puebla de monasterios, iglesias y catedrales que son revestidas con pinturas o esculturas de la tradición cristiana. El románico primero, y el gótico después unifican el arte. 


3) Durante el siglo XVI tiene lugar la Reforma protestante y la Reforma católica. Todos estos acontecimientos influirán en las relaciones entre el arte y la religión.

Antes, durante el siglo XV los humanistas promueven una cultura antropocéntrica intentando en muchos casos conciliar el humanismo con la fe cristiana. El arte cristiano pasa al laicado. Es la época de los grandes mecenas laicos, nace una nueva sensibilidad estética.

Los reformadores no mantuvieron un criterio idéntico con respecto a las imágenes. Mientras Zwinglio y Calvino fueron completamente contrarios al culto a las imágenes por considerarlo idolátrico, Lutero no fue tan radical e incluso llegó a valorar las ventajas pedagógicas que pudieran tener las imágenes bíblicas.

La doctrina del Concilio de Trento sobre el arte tuvo mucho más impacto de lo que pudiera parecer a primera vista: purificó las nuevas creaciones de las formas paganas que se habían introducido, fomentó la aparición de las cofradías que a su vez se encargaron de elaborar o costear la elaboración de numerosas imágenes de santos, Cristo o María. Este nuevo arte llamado barroco, intentaba producir un impacto emocional en el espectador de ahí que fuera especialmente sensible para el pueblo.

4) El arte da la espalda a la religión con la aparición de la ilustración. Los enciclopedistas franceses difundidos en la segunda mitad del siglo XVIII y el movimiento de la Ilustración que se extendió por toda Europa supusieron un cambio sustancial en la forma de entender la vida. Se deificó la razón y se volvió la espalda a lo religioso. Escritores y artistas miraron a otra parte buscando su fuente de inspiración en la naturaleza (romanticismo) o en la realidad cotidiana (realismo). 


Jawlensky, Gran Meditación (s. XX)


Chagall, La crucifixión blanca


Antoni Tápies, Díptico dela cruz


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