Ser cristiano, vivir como Jesús; 4 ESO; 2ª evaluación

Jesús es un ejemplo para todos, es el Hijo de Dios hecho hombre. Su humanidad hizo cercano y accesible a Dios. 
Las palabras de Jesús muestran el rostro cercano de Dios, un Dios que es Padre.
El estilo de vida de Jesús es un referente para muchas personas. 
Su coherencia de vida, su opción radical por los pobres y necesitados, son el modelo de una humanidad plena.
Jesús es el Señor de la Vida, de un nuevo estilo de vida como recoge el evangelio de Lucas:

Bienaventurados los pobres, porque vuestro es el Reino de Dios (Lc 6, 20).

Por el contrario, amad a vuestros enemigos, haced el bien y prestad sin esperar nada (Lc 6, 35).

¿Por qué te fijas en la mota que tiene tu hermano en el ojo y no reparas en la viga que lleva sen el tuyo? (Lc 6, 41).


Analicemos su mensaje en la parábola del Buen Samaritano:

 Pero él, queriendo justificarse, dijo a Jesús: «Y ¿quién es mi prójimo?». 
Jesús respondió: «Bajaba un hombre de Jerusalén a Jericó, y cayó en manos de unos bandidos, que, después de desnudarlo lo molieron a palos dejándole medio muerto. 
Casualmente, bajaba por aquel camino un sacerdote y, al verle, dio un rodeo. De igual modo, un levita que pasaba por aquel sitio le vio y dio un rodeo. Pero un samaritano que iba de camino llegó junto a él, y al verle tuvo compasión; y, acercándose, vendó sus heridas, echando en ellas aceite y vino; y montándole sobre su propia cabalgadura, le llevó a una posada y cuidó de él. Al día siguiente, sacando dos denarios, se los dio al posadero y dijo: "Cuida de él y, si gastas algo más, te lo pagaré cuando vuelva.
¿Quién de estos tres te parece que fue prójimo del que cayó en manos de los salteadores?
Él dijo: «El que practicó la misericordia con él». 
Jesús le dijo: «Vete y haz tú lo mismo».





El camino de Jerusalén a Jericó es un gran símbolo, lee lo que comenta al respecto Martin Luter King:

Recuerdo cuando la señora King y yo estuvimos por primera vez en Jerusalén. Alquilamos un automóvil y fuimos de Jerusalén a Jericó. Y tan pronto como llegamos a ese camino le dije a mi esposa: «Puedo ver por qué Jesús usó esto como el escenario de su parábola». Es un camino sinuoso, serpenteante. Es realmente propicio para emboscar. [...] Ese es un camino peligroso. En los días de Jesús, vino a ser conocido como el «sendero sangriento». Y usted sabe, es posible que el sacerdote y el levita miraran por encima del hombre tirado en el suelo y se preguntaran si los ladrones todavía estaban en los alrededores. O es posible que ellos sintieran que el hombre en la tierra solo estaba fingiendo, que estaba actuando como si le hubieran robado y herido con el fin de capturarlos, de atraerlos para una incautación rápida y fácil. Y así, la primera pregunta que el sacerdote se hizo, la primera pregunta que el levita se hizo fue: «Si me detengo a ayudar a este hombre, ¿qué me va a pasar?» Pero luego, el samaritano vino a él. E invirtió la pregunta: «Si no me detengo a ayudar a este hombre, ¿qué va a pasar con él?»


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